El único vehículo que necesitamos son nuestros propios pies. Camilo es un colombiano que después de convivir con la comunidad Embera ha aprendido a caminar e invita a vivir la experiencia de conocer caminando, pues cada paso es una historia y cada historia encierra una vida que va siempre acompañada de otros caminantes.
Alejandra solía defender a aquellas personas que buscan o inician una nueva vida en otro país. Sin embargo, con la llegada de la pandemia por Covid-19 los problemas sociales que sufren estos migrantes incrementaron al quedar limitados a permanecer en un solo territorio. Las redes de litigio se convirtieron en redes de solidaridad, mostrando que la ley es un vehículo para la empatía.
José nos relata su recorrido como acompañante de migrantes, así como la labor de Casa Refugiados, un espacio para migrantes y las personas que los rodean, en donde se acompaña con compasión y hermandad, pues todos estamos en constante travesía y en algún momento todos necesitamos un refugio.
¿Cuándo termina la búsqueda de un lugar seguro? "Los migrantes no son una amenaza, son los amenazados". Franck Crousteau salió de Camerún hacia México huyendo de la violencia. Este sería solo el principio de su camino, donde llegó a no tener una patria que lo reconociera como propio, pero sí personas que tomaron su mano hasta encontrar un hogar.
De pequeño Luis soñaba con ser abogado, un sueño que lo acompañaría toda su vida. Sin embargo, un sueño cambia con el transcurso del tiempo y, con la presencia de hechos violentos en su país, Luis tuvo que moldear su sueño a su travesía migratoria.
Todos los humanos necesitan empatía, una mano que los ayude en los momentos difíciles. Gerardo forma parte de Casa Refugiados, donde se reconoce que en cada persona hay potencial para la sociedad. El mundo es una sola casa y, si bien no todos somos migrantes, todos podemos ser acompañantes en su camino.